Montblanc no solo alberga historias de princesas, caballeros y dragones dentro de las murallas de su castillo y casco antiguo, sino que sus alrededores pueden ser el escenario ideal para una preboda en Montblanc diferente.
Mercè y Raül conocen bien la magia que hay tras estas zonas de campo repletas de viñedos y amapolas, así que nos pusimos a pasear por los caminos y a disfrutar de la paz y tranquilidad que allí se respiraba.
Ya te puedes imaginar que con ese ambiente les fue muy fácil olvidarse de mi para pasarlo bien y dejarse llevar, tal y como vas a poder ver en el resumen que tienes a continuación de su preboda en Montblanc, y es que no me encanta la naturaleza por eso mismo, la facilidad que tiene de hacernos conectar con nosotros mismos y hacernos olvidar de todo lo demás.
Así que, voy a dejar que disfrutes de la otra cara de un lugar conocido por sus cuentos medievales, ¡disfruta de esta preboda en Montblanc!